domingo, 23 de febrero de 2014

Nervio Ciático

    En muchas ocasiones hemos oído a algún conocido o algún familiar quejarse de que "le está dando la ciática", pero ¿ Que quiere decir eso?
   Muchas personas se refieren a ese dolor cuando sufren dolor de la zona baja de la cintura, la zona central del glúteo o cuando le irradia dolor hacia la parte posterior de la pierna y ahora descubriremos algunos de los posibles desencadenantes de ese dolor y a que nos referimos con "la ciática".
   En concreto cuando hablamos de la "ciática" nos referimos al Nervio Ciático, que es el nervio mas largo y ancho del cuerpo. Sus raíces nerviosas se originan en la zona comprendida entre la 4ª vértebra lumbar (L4) y la 3ª vértebra del sacro (S3) e inervan toda la pierna, hasta el pie.
   Entre las posibles causas de que este nervio esté afectado y nos produzca dolor irradiado a lo largo de la pierna está la hernia discal, que es aquello que se produce cuando el disco que se encuentra entre vértebra y vértebra degenera y la masa pulposa (como una gelatina) que está en su interior se desplaza hacia fuera, ocupando el canal que debería ocupar el nervio y por lo tanto comprimiéndolo y provocando esta sintomatología.
   Pero no siempre es tan grave la situación, de hecho en muchas ocasiones, el problema real es por una compresión muscular sobre el nervio, y en la mayoría de las ocasiones es culpa del músculo piramidal, músculo que nace en la cara anterior del sacro y se dirige hacia la cara lateral de la pierna, cubriendo al nervio ciático. La función principal de este músculo es facilitar la rotación externa de la pierna, moviendo la pierna desde la cadera mueve la punta del pie hacia fuera. Este músculo trabaja mucho, cada vez que cambiamos de dirección interviene y en la gente que conduce muchas horas o se ve obligada a subir y bajar de un vehículo continuamente trabaja mucho mas. Cuando el músculo se contractura o tiene un tono demasiado alto debido al exceso de trabajo comprime el nervio ciático provocando también esta sintomatologia.
   Un buen trabajo de quiromasaje con unos buenos estiramientos tienen una efectividad muy alta para solucionar este tipo de problema.








jueves, 20 de febrero de 2014

Dolores de cabeza tensionales

   Muchas son las posibles causas de los dolores de cabeza: migrañas, fiebres, procesos gripales y procesos inflamatorios del sistema vascular entre otros, pero uno de los más comunes es el dolor de cabeza provocado por la tensión muscular.
   Para ello primero debemos observar como estamos diseñados. Si nos detenemos un solo segundo y observamos la unión de nuestra cabeza al resto del cuerpo, el cuello, encontraremos algo muy obvio pero de vital importancia, la unión del craneo a la columna no está totalmente centrada, si no que está desplazada hacia atrás, en concreto el cráneo tiene dos tercios más de peso en su parte anterior que en la parte posterior.
   Este hecho implica que para mantener la cabeza erguida nuestro cuerpo ha de contar con un potente sistema muscular que le ayude a vencer la gravedad. Entre estos potentes músculos contamos con los trapecios, situados a ambos lados de la espalda y con inserciones tanto en las vértebras y el occipital (base posterior del cráneo) como en el hombro. Este es quizás el más visible y grande de todos ellos, pero no es el único, la parte posterior del cuello cuenta con un nutrido número de elementos musculares, ligamentosos y óseos que se encargan de ello.
   Como ya podemos imaginar el trabajo que soportan todas estas estructuras, solo para mantener la cabeza erguida, es colosal. Si a ello añadimos las posiciones forzadas de nuestros puestos de trabajo más el estrés de los mismos, las preocupaciones diarias como pagar la hipoteca, los hijos, la crisis... Obtenemos una musculatura que padece enormemente, que se contractura y que ejerce tensión sobre los puntos de inserción en la cabeza, ocasionando un foco de dolor que se acaba estendiendo a toda la cabeza.
   Los tratamientos de Quiromasaje y Osteopatía ofrecen una gran efectividad para contrarrestar y convatir estos efectos, reajustando las estructuras afectadas, calmando las contracturas musculares y restaurando el equilibrio y la movilidad articular perdidas.


miércoles, 19 de febrero de 2014

Dolor en los brazos, pérdida de fuerza, falta de sensibilidad, adormecimiento de los dedos...

   Varias son las posibles causas de estas sensaciones en las extremidades superiores, algunas de ellas indudablemente causa directa de una lesión de la propia extremidad; Tendinitis, artrosis, artrosis, capsulitis, etc...
   Pero, ¿En cuantas ocasiones hemos tenido la certeza, o al menos, la sensación de que el problema proviene de otro lugar? como por ejemplo las cervicales.
   La vida moderna nos ofrece muchas ventajas, pero anatómicamente también algunas desventajas. Tanto los trabajos en cadenas de montaje, los trabajos de oficina delante de un ordenador o aquellos trabajos de precisión en los que la musculatura del cuello y dorsal alta se ve obligada a trabajar durante largos periodos de tiempo en posiciones forzadas provocan disfunciones en ciertas estructuras del cuerpo que nos pueden provocar esta sintomatología. Si a ello añadimos el estrés que invade nuestro día a día obtenemos un cóctel muy favorable para este tipo de patologías.
   Una de estas patologías más frecuentes es el "Síndrome de los escalenos", provocado por una compresión del Plexo Braquial, término que hace referencia a las ramificaciones nerviosas que se originan en la columna y se dirigen a nuestras extremidades superiores. Esta estructura nerviosa se encuentra situada entre dos músculos que nacen en las cervicales y se insertan en la primera costilla, el escaleno medio y el escaleno anterior. Todas estas tensiones acaban por provocar una tensión sobre esta musculatura la cual acaba comprimiendo el plexo braquial y finalmente provocando todos estos síntomas. En muchas ocasiones también la arteria subclavia, situada también entre ambos escalenos, sufre por culpa de esta compresión, haciendo que el aporte sanguíneo a la extremidad superior sea menor a la deseable.
   Es evidente que no por ello vamos a dejar de trabajar o vamos a dejar de seguir con nuestra vida, pero si es cierto que provoca que nuestra vida no transcurra con la normalidad que debería.
   En las imágenes podemos ver como están situadas estas estructuras en nuestro cuerpo y hasta donde pueden afectar las ramificaciones nerviosas del plexo braquial.
   Las terapias manuales de quiromasaje y osteopatia ofrecen soluciones para normalizar las estructuras musculares y óseas afectadas y devolver así a nuestro cuerpo su equilibrio natural.