miércoles, 20 de mayo de 2015

¿INESTABILIDAD Y MAREO POR CULPA DE LAS CERVICALES?

Como ya he mencionado, en un artículo anterior dedicado a la artrosis cervical (http://blogosteopatiamimat.blogspot.com.es/2015/05/artrosis-cervical.html) ,  la columna vertebral está dividida en 3 zonas principales,
·         Columna cervical, compuesta por 7 vértebras.
·         Columna torácica, compuesta por 12 vértebras.
·         Columna lumbar, compuesta por 5 vértebras.

Las vértebras de cada zona tienen unas características morfológicas que las distinguen de las otras y en el caso que nos ocupa, zona cervical, una muy importante es el agujero por el que pasa la arteria vertebral, llamado orificio transversario. Este orificio está situado en las apófisis transversas de las vértebras y es específico de las vértebras cervicales, no ocurre en ninguna otra zona de la columna.
De hecho dentro de la misma columna cervical podemos distinguir a Atlas (C1) y Axis (C2) del resto, por ser morfológicamente distintas entre sí y con el resto.

Atlas C1; Es la primera vértebra de la columna, sobre ella descansan los huesos occipitales de la cabeza. No tiene cuerpo ni espina posterior.






C2 Axis;  Una de sus características principales es el Diente del Axis o Apófisis odontoides, que sirve para mantener a Atlas (C1) en su sitio, evitando que se desplace.
En este caso se muestran 3 vistas distintas para poder apreciar el ángulo del orificio transversario, por el que pasará la arteria.





C3,C4,C5,C6 Y C7; Consideradas vértebras cervicales bajas, estas ya siguen un patrón tipo. Espina posterior bífida, llamada apófisis espinosa,  y orificio transversario en todas ellas.



            La especial importancia de toda esta explicación en la morfología de las vértebras cervicales y en sus características diferenciales radica en el paso de la arteria vertebral. Cuando las vértebras están correctamente alineadas y el espacio entre una vértebra con la inmediatamente superior y la inmediatamente inferior es correcto, tendremos un aporte sanguíneo correcto en dirección cerebro.
Pero  que ocurre cuando tenemos hernias discales, patologías reumáticas como la artrosis, o simplemente una tensión muscular excesiva, … Pues que la geometría de la columna cervical varía, pudiendo producir compresiones sobre la arteria que reduzcan el caudal de sangre que llega al cerebro.
            Esta disminución del aporte sanguíneo al cerebro, con su consecuente disminución de aporte de oxígeno, provocará situaciones en las que tendremos sensación de inestabilidad y mareos.


Esta debería ser la disposición correcta de la arteria cervical, la cual podemos observar cómo pasa a través de los orificios transversarios de las vértebras.



El trabajo osteopático

                Será un tratamiento muy conservador, usando técnicas de energía muscular, tracciones y movilizaciones en detrimento de las habituales manipulaciones de alta velocidad.

                El trabajo sobre tejidos blandos será muy importante para conseguir un resultado óptimo y que pueda mejorar toda la sintomatología.

jueves, 14 de mayo de 2015

ARTROSIS CERVICAL

Artrosis cervical
La artrosis es la enfermedad reumática más común y consiste en un proceso degenerativo que afecta al cartílago articular.
Dicho cartílago es el tejido que recubre los extremos del hueso, de un tono blanco nacarado, y que permite la movilidad de un hueso con el otro. El tejido cartilaginoso es extremadamente liso para facilitar el movimiento y la artrosis degenera este tejido, de forma que la superficie aparece, en radiología, de forma irregular.
A pesar de que es un proceso asociado a edades avanzadas se puede presentar en edades prematuras por causas como la hiperlaxitud, lesiones traumáticas, etc…



He escogido esta radiografía de hombro ya que al ser un hueso grande, con mucha superficie articular es fácil apreciar como el tejido cartilaginoso sano (marcado en verde) se ve liso, con los bordes definidos y sin el aspecto visual de una sierra. En cambio el tejido que padece artrosis es irregular, con aspecto de sierra.
Ocurre de igual forma en todas las articulaciones incluso articulaciones mucho  más pequeñas, como las de las vértebras cervicales.


Sintomatología
La artrosis produce unos síntomas muy típicos y clásicos que consisten en una rigidez matutina, con dolor en las articulaciones afectadas y que disminuye con el desarrollo de la actividad. Es la imagen típica de la persona mayor que le cuesta mucho ponerse en movimiento por la mañana pero a medida que empieza a hacerlo cada vez le cuesta menos.
Cuando nos centramos en una artrosis a nivel cervical los pacientes en muchas ocasiones hablan de la sensación de que al mover la cabeza y el cuello están pisando arena. Esta sintomatología está asociada a la uncoartrosis, que es la artrosis de las apófisis unciformes, las cuales veremos más adelante.
Afectación cervical
A nivel cervical esta patología tiene una importancia especial ya que son muchas las estructuras que se ven afectadas por el mal funcionamiento que provoca la artrosis y por los cambios estructurales que provoca en la articulación. Para ello primero veremos las características principales de las vértebras cervicales.

Las vértebras de la columna se dividen en tres secciones principales:

·         Vértebras cervicales,  que son 7, desde C1 (llamad Atlas) hasta C7.
·         Vértebras torácicas, que son 12, desde T1 hasta T12.
·         Vértebras lumbares, que son 5, desde L1 a L5.

Cada sección tipo de vértebra (cervical, torácica, lumbar) tiene sus características propias y las de las cervicales, a grandes rasgos son las siguientes (teniendo en cuenta que Atlas (C1) y Axis (C2) son totalmente distintas entre si y con respecto al resto);

·         Su espina posterior es bífida.
·         Tienen unas apófisis laterales en la cara superior del cuerpo llamadas apófisis unciformes.
·         En las espinas laterales, llamadas apófisis transversas, cuentan con un orificio para el paso de la arteria cervical.






Consecuencias de la afectación cervical.
En un primer término la afectación primaria será sobre la misma articulación, por la falta de movilidad, rigidez y dolor articular. Pero las consecuencias de esta patología pueden ir mucho más allá. Entre vértebra y vértebra podemos ver como sus estructuras dejan en los laterales un paso para los nervios raquídeos. La degeneración provocada por la artrosis provoca que estos pasos se vean reducidos, afectando a nervios importantes que dan inervación a puntos situados a mucha distancia, como el diafragma, las vísceras o la mano.

En el lado izquierdo se ha seccionado toda la ramificación nerviosa, que se mantiene intacto en el derecho. Como se observa los nervios proceden del espacio libre entre vértebra y vértebra. La artrosis hace disminuir estos espacios y provoca irradiaciones dolorosas, perdidas de fuerza y hormigueos a larga distancia.

Tratamiento.
Gran parte del tratamiento de esta patología depende mucho del propio paciente, el mantener una vida activa hace que las articulaciones generen líquido sinovial, el aceite lubricante del cuerpo, el cual no disminuye la patología pero si que consigue que haya un menor rozamiento entre superficies afectadas, preservando su integridad durante más tiempo y ralentizando su degeneración, aunque sin llegar a pararla ya que esto no es posible.

En osteopatía el tratamiento para esta patología tiene un objetivo muy claro, preservar la máxima movilidad posible, puesto que esto mitigará el dolor, aunque no sea del todo, pero si llevando la calidad de vida a unos niveles aceptables y evitando un deterioro rápido de los tejidos cartilaginosos.