En que
consiste el latigazo cervical.
El
latigazo cervical, o esguince cervical, es una lesión producida por un
movimiento de flexión y extensión cervical que sobrepasa la actividad de los
músculos, más allá de sus límites fisiológicos, produciendo daños a músculos y
ligamentos, sobre los que produce un estiramiento que en muchas ocasiones
desemboca en un rectificación cervical que consiste en una pérdida de la curva
fisiológica natural e incluso en ocasiones llega a una inversión de la
curvatura.
En la imagen B observamos una curvatura normal de la columna cervical en la imagen A observamos una columna con la pérdida de la curvatura natural, lo que es conocido como rectificación cervical.
Mecánica de la columna cervical durante el accidente
En el siguiente gráfico podemos observar el comportamiento de la columna cervical durante un accidente de circulación en el que se produce una rectificación de la curvatura.
Sintomatología
y secuelas
La mayoría de sujetos,
generalmente, se recuperan, aunque entre un 12% y un 40% desarrollan síntomas
persistentes, que van desde el dolor cervical y la discapacidad leve hasta el
dolor moderado/grave y la discapacidad que interfiere en la vida diaria del
paciente.
El síntoma predominante es el
dolor cervical y entre el resto de síntomas podemos encontrar cefaleas,
mareos/pérdida del equilibro, alteraciones viscerales, parestesias1,
debilidad funcional y alteraciones cognitivas como dificultades en la
concentración y la memoria.
Los síntomas secundarios pueden
ser de diversa naturaleza, pero sobre todo se centran en la región del cuello
aunque en ocasiones irradia a puntos lejanos como el hombro, el brazo, la
región torácica, la región interescapular e incluso la región lumbar.
Clasificación
de las lesiones
El
sistema de clasificación más común es el desarrollado por Quebec Task Force (QTF) con una escala de valores de 0 a 4;
Grado 0; sin dolor en el cuello, rigidez o ningún signo físico
Grado I; Dolor cervical,
rigidez o molestias vagas sin signo físico
Grado II; Molestias
cervicales, signos músculo-esqueléticos, reducción de la movilidad y puntós
dolorosos.
Grado III; Molestias cervicales
y signos neurológicos, disminución de reflejos, parestésias y déficits
sensoriales.
Grado IV: Molestias cervicales
y presencia de fractures y/o luxaciones vertebrales.
Déficit
motor
Cuando
encontramos déficit motor, generalmente, el de mayor frecuencia es el de la
pérdida o disminución de amplitud de la movilidad cervical.
En los
casos en el latigazo cervical se ha convertido en una patología crónica
encontramos patrones de reclutamiento muscular6, tanto en la columna
cervical como en la cintura escapular. Estos patrones motores alterados, se ha
observado, que persisten en el tiempo y no tan solo en las lesiones crónicas,
si no que en casos de recuperación completa se pueden encontrar casos con dolor
y discapacidad moderada, llegando a alcanzar esta sintomatología periodos
comprendidos entre los 3 meses y los 2 años.
Disfunciones
sensitivas
Las
disfunciones sensitivomotoras incluyen déficit cinestésicos, alteraciones del
equilibrio y pérdida del control ocular.
Los
mecanismos subyacentes a las alteraciones sensitivomotoras en el latigazo
cervical no están totalmente claras, aunque la mayoría de los autores subscriben
la propuesta de que se debe a una alteración de la información proveniente de
las estructuras articulares cervicales lesionadas.
Tratamiento
osteopático del latigazo cervical.
El tratamiento de
manipulación debe ser utilizado para disminuir el edema y la reacción tisular8 aguda.
Por lo general, las estrategias indirectas delicadas con liberación miofascial
o posicional facilitada o la contratensión son de mayor utilidad en la lesión
aguda de las regiones cervical y torácica superior.
También
puede recurrirse a los ejercicios con amplitud de movilidad y al drenaje
linfático.
Posteriormente
se puede usar la energía muscular, la liberación miofascial o ambas para
restablecer la movilidad respiratoria en el cráneo y el sacro y para restaurar
la movilidad craneosacral.
Los
pacientes con síntomas de mayor duración pueden requerir manipulaciones de
otras partes del cuerpo además de la región cervical. Comenzando con técnicas
de tejidos blandos, empleando técnicas directas o indirectas junto con un
programa enérgico de rango de movilidad articular.